TÉCNICA DE IDENTIFICACIÓN SENSORIAL DE MIEDOS INCONSCIENTES - RED / TIPI
El miedo es una de las emociones más arcaicas que se desarrollaron para permitir la supervivencia de las especies, la cual nos activa mecanismos neuronales para defendernos ante un peligro (real o imaginario) y a través de dos manifestaciones primarias como son la lucha (agresividad) o la huida (bloqueo e inhibición). Las reacciones que aparecen después como ansiedad, ira, angustia, impotencia, perdida de capacidad de reacción son añadidos a ese estado primario de miedo.
Cualquier dificultad o bloqueo emocional que genere en ti sufrimiento, dolor, o una sensación desagradable no es un estado deseable y posiblemente el motivo que lo activó ya no tenga sentido. De hecho, el peligro que ha generado esa activación biológica de lucha o huida con todos los adyacentes puede haberse dado mucho antes de sufrir los efectos actuales de sufrimiento.
En la mayoría de los casos, ya se ha descubierto que provienen de una confrontación directa o indirecta con una situación de peligro de muerte durante el periodo intra-uterino o del propio nacimiento. Esto puede ser debido a falta
de oxígeno, falta de aporte nutricional, a vivencias externas provocando estrés o incluso a vivencias de la madre, que como no podía ser de otro modo, está no solo conectada con el bebé a través del cordón umbilical sino mucho más allá, transmitiendo estados emocionales y preparando al bebé para afrontar la vida después del parto.
Estos estados se generan mucho antes de la atribución que podamos hacer en la actualidad respecto a un hecho traumático concreto, ya que no podremos reconocer aquello que lo originó en sus inicios, sino más bien, un raíl que vuelve a activar dichas improntas sensoriales y analizándolo desde el punto de vista psicológico.
Como ejemplo y según cita el Sr. Nicon: “Si un feto ha cohabitado con un gemelo que no ha sobrevivido, el trauma, si es identificado, será analizado en sus implicaciones relacionales“ (sentimientos de estrés, soledad o abandono, incapacidad para vivir relaciones duraderas o para poder asumir rupturas en las relaciones, etc.)
El mismo evento abordado desde el ángulo de las manifestaciones del miedo puede conducir, por ejemplo, a revivir una pérdida de conocimiento provocado por un fenómeno de aspiración particularmente marcado que acompaña a la evacuación del gemelo. Al abordar las sensaciones repulsivas generadas por la situación, es el riesgo físico incurrido por la persona el que es puesto de relieve, en tanto que analizando psicológicamente su reacción al evento, es la relación afectiva de la persona con su entorno el que se desarrolla.
Desde el punto de vista físico, la desaparición del gemelo aparece como un evento violento que pone en juego la supervivencia del feto que queda. Desde el punto de vista psicológico, esta desaparición se considera como una falta afectiva difícil de superar. De hecho, parece evidente que es el resentir físico experimentado hacia un evento particularmente desagradable el que introduce las repercusiones psicológicas indeseables.
Posteriormente, como la introspección se detiene en este impacto psicológico, no va hasta el corazón del sufrimiento físico que permanece activo en la memoria sensorial. Obviamente, estamos más cómodos con un enfoque psicológico, pero si hablamos de curación, la sensación física lleva a resultados mucho más ventajosas.”
LAS IMPRONTAS SENSORIALES
Según cita Sr. Nicon: “El resentir físico sufrido en el momento de la confrontación se memoriza tal cual ocurre, listo para resurgir. Posteriormente, se manifestará de forma idéntica en todas las situaciones percibidas, a menudo de forma inconsciente, como similares. Es este rastro sensorial el que ofrece la oportunidad de remontarse con fiabilidad y precisión al evento original. Por ello, se trata, simplemente, de dejarse llevar por esta memoria sensorial: todo el mundo sabe “recordar” con el cuerpo, naturalmente.”
Cuando aplicamos la técnica yendo al origen del sufrimiento y apoyándonos en una manifestación concreta a ese miedo, nos permite ir a ese origen y no quedarnos trabajando sobre un raíl. Esta reconexión física con el evento original es necesaria para resolver y desactivar el miedo desde el instante que se gestó.
Nuestra labor como profesionales, entre otras cosas, no va mucho más allá de acompañar a que el individuo permita dicha reconexión y que deje su mente analítica en off para que el proceso natural se lleve a cabo. La persona no necesita entender ni comprender qué evento originó su dificultad emocional, es más, si deja revivir dichas improntas sensoriales sin actuar desde la mente ante dichas sensaciones, dará la posibilidad a su biología de resolver desde dicho origen.
Como indicaba anteriormente, esa labor de contemplación y testigo de lo que ocurre es casi la misma que adopta el profesional (salvo las indicaciones que se van dando a la persona) durante la sesión. Aquí el médico, terapeuta o profesional pierde el protagonismo en pro de la capacidad natural de resolver desde el origen.
Así pues, esta Técnica ha impactado revolucionariamente en médicos, psicólogos, psiquiatras, terapeutas, profesionales de la educación y en cualquier persona que quiera regular sus emociones de forma natural y sencilla. Cada persona nace con esta capacidad natural de auto-regulación emocional. Es pues, un regalo de nuestra biología pero que desconocemos. A través de este mecanismo, nos permite resolver todas nuestras dificultades emocionales como fobias, inhibiciones, miedos, angustias, ansiedades, ira, rabia, estados depresivos…
A veces te toca vivir una situación traumática donde te ves incapaz de actuar ante ella, otras una simple ruptura de pareja o una situación de duelo…todas ellas tienen diferentes maneras de afrontarse con innumerables técnicas pero TIPI es revolucionaria porque para todas estas dificultades emocionales y con el acompañamiento de un profesional, pueden estar resueltas de forma rápida, sencilla y permanente.
Pero lo realmente revolucionario es que no siempre se necesita de un profesional cualificado. Como decía anteriormente, es una capacidad natural y por tanto, puedes aprender a aplicar dicha capacidad para resolver sensorialmente tus dificultades y bloqueos emocionales por ti mismo.
A través de una sencilla pero eficaz formación (Auto regulación de las emociones) , podrás resolver todas estas dificultades emocionales.
Pero como se ha demostrado, esta capacidad es de todos, por lo que los niños también pueden resolver de forma fácil y duradera. Muchos padres y profesionales de la educación y salud han aprendido la Técnica para acompañar a los niños de entre 3 y 8 años de edad a auto-aplicarse dicha técnica con unos resultados sorprendentes. (Formación Método TALENS)
Pero si eres un profesional de la salud, de la educación o de cualquier otra área donde puedas prestar ayuda a los demás, puedes aprender la capacidad para aplicar dicha Técnica en los demás a través de una formación más exhaustiva formándote como profesional con el Método TALENS.
¿EN QUÉ ME PUEDE AYUDAR UNA SESIÓN CON UN PROFESIONAL RED?
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Resolver emociones desagradables
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Cambiar patrones de comportamiento que nos perjudican
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Mejorar nuestras relaciones interpersonales y a nivel profesional
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Eliminar inhibiciones y bloqueos que nos imposibilitan usar todo nuestro potencial y actuar de una manera más libre
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Resolver el impacto de un trauma, proceso de duelo, etc.
¿POR QUÉ RED/TIPI?
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Estas consultas individuales pueden realizarse por teléfono, skype o presenciales.
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Las sesiones pueden durar entre 30 minutos y 1 hora.
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Es un proceso natural que todos poseemos.
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Absoluto respeto. No hay re-traumatización emocional durante la consulta.
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Eficaz. Los resultados son rápidos, permanentes y a veces, espectaculares.
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Durante la sesión, no es necesario revelar aspectos privados.
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Se pueden resolver traumas prolongados en el tiempo y patrones de conducta y emocionales indeseados.
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Es ecológico en todos los aspectos.
PERO, ¿QUÉ CABE ESPERAR EN UNA SESIÓN RED?
En la sesión, el profesional se sentará frente a la persona y verbalmente guiará la sesión para poder resolver la situación que está activando dicha reacción emocional e indeseada. Durante este proceso, el cuerpo es capaz de ir al origen, aún desconociéndolo de forma consciente, y regular dicha emoción.
Durante este tiempo, la persona es plenamente consciente de todo lo que sucede y puede “salir” del trabajo si lo desea con simplemente abrir los ojos.
Al finalizar y siempre que haya dejado evolucionar dicha capacidad natural, la persona se encontrará libre de la dificultad emocional trabajada y en un estado de relajación profundo y placentero.
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